Qué son los derivados (I): Forwards, futuros y swaps.

Los derivados financieros son productos cuyo valor depende del precio de otro activo, denominado subyacente.

Imaginemos que tenemos una plataforma en el Mar del Norte que extrae petróleo Brent, y sabemos que dentro de un mes tendremos 100.000 barriles para vender a una refinería. El precio del barril está actualmente en 65 dólares y no queremos correr el riesgo de que baje y tengamos que venderlo por ejemplo a 60. Por otro lado, si la refinería no quiere arriesgarse a que el precio suba y tener que comprarlo a un precio superior al actual, podríamos firmar un contrato en el que nos comprometemos a hacer la compra venta en una fecha de vencimiento, en este caso dentro de un mes, a 65 dólares. Esto es lo que se llama un contrato forward, y en este caso el subyacente serían esos 100.000 barriles de Brent.

En el caso de que el precio del barril en la fecha de vencimiento suba por ejemplo hasta los 70$, firmar el contrato nos habrá hecho perder (o dejado de ganar) 5 dólares por barril, ya que podríamos venderlo por 70 en el mercado pero estaremos obligados a hacerlo en 65. Por el contrario, la refinería habrá ganado al poder comprarlo más barato. Por el contrario si el precio dentro de un mes está por debajo de 65, seremos nosotros los que ganaríamos al poder venderlo a 65, por encima del precio del mercado.

Este tipo de contratos para cubrir riesgos sobre las materias primas se llevan haciendo desde el antiguo Egipto, cuando agricultores y mercaderes pactaban los precios antes de la cosecha.

Los contratos forward no se negocian en un mercado organizado. Hace falta encontrar a alguien que dé contrapartida, y normalmente, salvo acuerdo de ambas partes, hay que conservarlos hasta el vencimiento.

Para facilitar esta operativa de cobertura de riesgos, desde mediados del siglo XIX han ido surgiendo diferentes mercados de futuros. Un futuro es básicamente lo mismo que un forward, pero respaldado por un mercado, con un contrato estandarizado y cotización diaria. En nuestro caso, en vez de firmar un contrato con la refinería, podríamos haber vendido futuros. El contrato de futuros del Brent tiene un multiplicador 1.000 (un contrato equivale a 1.000 barriles) por lo que tendríamos que haber vendido cien contratos para cubrir nuestros 100.000 barriles.

Al principio, los operadores de los mercados de futuros eran los productores y compradores de las materias primas, que al llegar el vencimiento efectuaban la entrega y compra del subyacente. Sin embargo, actualmente la gran mayoría son traders particulares o institucionales, que se limitan a especular sobre ese activo y no efectúan la entrega física. De hecho, la mayoría de los brokers cierran automáticamente la posición cuando se aproxima el vencimiento para evitar que a un trader despistado le aparezca un camión con toneladas de cereales o miles de barriles de petróleo en la puerta de su casa.

Cuando operamos con futuros, podemos cerrar nuestra posición fácilmente antes del vencimiento. Si creemos que el petróleo va a subir, podemos comprar un futuro del Brent y venderlo en cualquier momento. Si pensamos que va a bajar, venderíamos futuros abriendo una posición corta (vendida) y ganaremos si el precio baja.

El subyacente de un futuro de petróleo son 1.000 barriles, si el barril está a 65 dólares un futuro equivale a 65.000$. Para esta operativa nuestro bróker no nos exigirá tener en la cuenta la totalidad de ese dinero, sino sólo una cantidad (que puede estar en torno al 10%) para hacer frente a posibles pérdidas. Esto significa que con 6.500 dólares podemos mover diez veces más, lo que conlleva un apalancamiento de 10 veces. El apalancamiento es algo habitual en la operativa con derivados y supone un riesgo importante si no se opera con prudencia.

Por último hablaremos de los swaps. Un swap es básicamente lo mismo que un forward, con la diferencia de que en vez de tratarse de un solo intercambio, hablamos de un flujo de intercambios. Suelen usarse para cubrir riesgos de tipos de interés, por ejemplo en hipotecas, o riesgo divisa. Al igual que los forwards, se negocian directamente entre las partes, no están regulados por un mercado organizado.

En el siguiente artículo hablaré de las opciones y los warrants.